lunes, septiembre 24, 2007

Pale September

Amargado, deprimido, odioso. A veces también; frio y calculador, incluso hubo una vez en que compañera de universidad me gritó "es por eso que nadie te quiere acá" en una sala totalmente sileciosa y llena de gente atónita; limitadita ella - gordita - necesitaba la aprobación del resto de para poder subsistir en la universidad, ella no sabía que yo no.
Mis años universitarios pueden dividirse claramente en dos étapas; cuando mi círculo eran los ñoños, y la otra cuando conocí a este pequeño grupo de gente con intereses bastante parecidos a los mios, con el mismo rechazo social y con la misma sed de venganza y desprecio por el común denominador del resto de mis compañeros (la polera polo, el chaleco al cuello y el aro de perla era el estilo imperante).
Entre tragos y cigarros baratos juramos nunca separanos, en los ratos en que ya el alcohol se apoderaba de nosotros prometiamos amistad eterna por sobre toda las cosas y no concebiamos la vida entre la juventud Udi sin nuestra dosis de vino tinto y tabaco barato diaria.
De las promesas sólo queda el recuerdo y de los amigos eternos ninguno. Mantengo contacto con sólo una persona de ese grupo, cada viernes nos juntamos y a veces hasta nos emborrachamos recordando esos momentos y mantenemos ese desprecio por el resto; la plata es lo nuestro, la buena vida y las ganas de tener algun día tanto dinero como para poder jugar con la vida de las personas. Con el resto no sé qué pasó, siendo sincero, me importa bien poco; la mayoria se ganó el sin admisión en el messenger y de paso en mi vida. Uno de ellos aún tiene ese derecho, pero no lo quiere; porque le asusta, le complica, lo encuentra nada que ver; yo francamente ya no estoy para eso, es en mi frecuencia o simplemente no es, con mis reglas, con mi música y mis libros, es ahora o es nunca.

1 comentario:

Mr. Dalloway dijo...

Me hizo recordar a Adriana Godán el comentario ajajaj. Es curioso porque cuando entré siempre tuve la idea de que "se va a estudiar pero no a tener amigos" y hasta ahora no soy una persona muy sociable.. no me nace automáticamente el interés por acercarme a la gente y conversar. Tampoco saludo a la gente que no conozco.. y permanezco silencioso si alguien me desagrada.
Creo que acá la regla imperante es otra sí, la absoluta falta de estética de los "lana"con sus pelos revueltos y looks revolucionarios (sí, para algunos los 60 nunca pasan) y los chicos de terno que se han ido formalizando a lo largo de los años. Algún día el terno será parte de ellos. No me gustaría caer en lo mismo.