sábado, febrero 16, 2008

Save me from myself

Cuando pequeño caminaba con un dejo de arrogancia que fue aumentando con los años y variando de vez en cuando como mis gustos musicales, por ahi por 1992 aún recordaba lo mucho que me gustaba a mis cortos 9 años Brother Louie de Modern Talking, pero ya a esas alturas era sólo un recuerdo y yo sucumbía ante las guitarras de Kurt Cobain y leia en alguna revista el revuelo que causaba Madonna con Erotica, claro que todo esto era sólo un pasatiempo entre discos de Depeche Mode; a esas alturas ya tenía rallado mi cassette del Violator, porque cuando me bajaba la pena no hacia más que escuchar Enjoy de Silence e imaginarme con una capa roja dominando el mundo para subirme el ánimo y volver a ser el mismo de todos los días.

Siempre he sido directo en mi discurso, no suelo suavizar las cosas y menos cambiar mi opinión por caerle bien a alguien. Me gusta decir lo que pienso, sin anestesia y quizás con una gota de ironia; como escudo para no tener respuesta quizás. Fingir simpatia por lo que no me gusta; me cansa, me da pereza-porque fingir hace mal. El ser directo, arrogante y un poco ponzoñoso se me da demasiado bien. En el colegio andaba en plan sarcastico la mayor parte del tiempo, en la universidad se me daba aún mejor y ahora es algo que he adoptado de manera permanente y sin ningún ánimo de dejar a un lado.

Es así como me he forjado una imagen de pocos amigos, algo malhumorado, o más bien algo así como Daria; como la amé la primera vez que vi esa serie. Soy así; dificil de llevar, directo y algo cruel - las instrucciones al momento de conocerme vienen ya incluidas, es dificil perderse.