sábado, noviembre 20, 2010

Y de qué sirvió.-

En la radio sonaba Nirvana, la voz de Kurt se desgarraba junto a su guitarra mientras las gotas de lluvia corrian por la ventana del dormitorio. Era una mañana de agosto, un sábado, en el que ella no aguantó más los golpes, los gritos, los llantos ahogados y el olor a alcohol con el que despertaba cada mañana.
Lo decidió temprano, cuando lo miraba acostado aún con la sangre de sus mejillas en los puños. Tenía el rostro dormido así como también sus pensamientos, no supo como llegó a la cocina y puso a hervir leche para el niño, mientras su mirada estaba perdida en el mantel de flores de la mesa de la cocina, donde había terminado lo noche anterior después de un golpe que le rompió una costilla, pero ya no sentía dolor y mientras miraba el vació se preguntaba cuando se había roto esa promesa de amor adolescente a la cual sucumbió cuando aún no dejaba el jumper escolar.
De pronto se vió con un cuchillo de cocina en la mano, empapada de sangre que no era la suya, estaba fuera de si, como flotando, viendose a si misma acabar con el dolor. Se levantó, cerró la puerta del dormitorio y tomo una ducha, hacía ya mucho tiempo que no sentía esa sensación de alivio, el temor se había ido.
La policia se la llevo esa misma tarde, apareció casi sonriente en el noticiero central, nunca dijo una palabra hasta el día que la condenaron a una decada de cárcel, con la mirada fija hacia el final de la sala musitó; y nunca sirvió de nada llamarlo maricón.

viernes, octubre 22, 2010

Tacones Prostibulares.

Y todos celebraban que el arcoiris de la democracia había llegado, y ella corría por la alameda casi desnuda, casi atrasada a un trabajo que no exije horario, corriendo con sus tacones prostibulares que alimentaban a la media docena de chiquillos que la esperaban hambrientos al amancecer. Corria por las calles de un Santiago adornado de un "NO" que prometia casi la vida eterna. Y siguió corriendo sola a un puesto de trabajo invisible, a una esquina adornada de prostitución travesti. Y a una cuadra de la esquina prostibular su corrida se detubo por una bala loca que no la dejó llenar la boca de pan de esa media docena de hermanos que la esperaban hambrientos al sur de esa Moneda delirante por ese arcoiris que le prometía la libertad de esa esquina prostibular.

martes, septiembre 14, 2010

La Maldita Primavera




¿En medio de qué noche fue en la que nos perdimos?
Septiembre y su primavera me pone mal.

viernes, abril 09, 2010

Desperate Housewives


En aquella película de Winona Ryder - Reality Bites - en un momento ella cae en cuenta; al ver como ha avanzado su vida, que la mayoria de sus compañeros de universidad (todos) tienen una vida "perfecta": familia bien constituida y casa en los suburbios, y ella piensa que no puede mantener viva una planta, yo ni siquiera he intentado tener una.

A mi la paternidad no se me da, tampoco lo de familia bien constituida, en mi crianza provinciana con madre soltera y padre ausente nunca se me dio eso del plan de mantener un proyecto de ama de casa desesperada, con hipoteca gigante para casa en los suburbios, de hecho en momentos de suma honestidad he visto amenazada mi existencia por parte de mi madre que me repite constantemente que si se me ocurre hacerla abuela corro peligro de perder mi tan valiosa vida y ¿quién soy yo para contradecir a una mujer que ha pasado su vida en tacones altos?.

De un tiempo a esta parte el circulo de amistades que algun día frecuenté ha optado por esa promesa de felicidad que es hacer familia; la ex rebelde que sucumbió junto al seudo roquero a esa promesa burguesa de casa grande y empleo de 9 a 7 y que en el único atisbo de rebeldia que mantienen es la polera negra con la banda favorita y el mismo disco que suena de fondo desde que dejaron la universidad o aquella mujer que perdió el discurso independiente por una vida de pañales y mamaderas junto a un hombre que...ama lo momentos que pasa con ella - lo sé, el guiño a friends es obligatorio - pero bueno uno mantiene el mismo discurso que a los 20 y los mismos gustos que ellos nunca entendieron.

Yo aquí con dos martinis en el cuerpo tengo la certeza que nunca sucumbiré a esa "felicidad" ¿por qué será? ¿serán los discos de Tori?, ¿la colección de libros?, ¿o Alaska que me repite al oido "Si dios lo sabe que se entere el mundo"? la verdad no sé y simplemente prefiero gastar mis ingresos en libros y discos que en pañales, y ¿qué?. Las entradas a la fiesta burguesa son gratis y baratas y suman su costo en la libreta del registro civil y el casamiento por la iglesia, yo en cambio prefiero ver en primera fila a mi banda favorita con mi amiga que nunca renegó eso con que los otros se asqueaban y a lo que como en una carrera al vacio sucumbieron.